Creatividad cíclica: las cuatro fases de la luna roja
Conoce como los ciclos lunares y menstruales afectan a tu creatividad, para utilizarlos en provecho de tu proyecto creativo, siguiendo las teorías de Miranda Gray en su libro Luna Roja, una reflexión sobre el carácter cíclico del mundo, de la naturaleza, del ser humano, y en especial del ser humano femenino.

Naturaleza cíclica universal y creatividad
Esta naturaleza cíclica universal se manifiesta de muchas formas. Y cada una de ellas puede influir en la forma en que sentimos y utilizamos nuestra energía, sensibilidad y creatividad.
Hay ciertos ciclos naturales que coinciden en una repetición de cuatro fases bien diferenciadas: las cuatro fases del ciclo lunar, las cuatro estaciones del calendario solar, las cuatro etapas del ser humano o los cuatro momentos del ciclo menstrual femenino. A continuación vamos a repasar las coincidencias que existen entre ellos, y cómo, según algunas teorías, podían influir en nuestro proceso creativo.
Las cuatro fases del ciclo lunar
1. Luna nueva: es el momento en que la luna «no se ve» en el cielo. Como todo ciclo, se trata de un proceso, así que hay un momento en que digamos la luna ha tocado fondo y no se le ve ni un milímetro desde la tierra: es la llamada «luna negra». A partir de aquí, empieza a crecer hasta que se le ve el primer hilillo del cuarto creciente.
2. Cuarto creciente: va desde ese primer «hilillo» hasta que se ve una mitad completa de la luna en el cielo.
3. Luna llena: es la fase que va desde que se ve la mitad de la luna hasta la luna redonda y completa. Al igual que la «luna negra», la luna llena en toda su plenitud solo dura un rato en el cielo.
4. Cuarto menguante: es la fase que empeza con la luna en su plenitudo y va menguando durante 7 días hasta que vemos solamente una mitad en el cielo.
Cada una de las fases dura una semana. Por ejemplo, la semana de la «luna llena» empieza con una mitad de luna que cada día va creciendo un poquito hasta que el septimo día ya está la luna llena en todo su apogeo. Pero al amanecer del día octavo, el ciclo ya entra en cuarto menguante, ya que durante el día la tierra y la luna ya se han movido y la siguiente noche ya será el primer día en que la luna va menguando, hasta verse solamente la mitad al septimo día.
En total son cuatro fases, de 7 días cada una, por lo que un ciclo lunar dura 28 días.
Las cuatro fases del ciclo menstrual
En el libro Luna roja, su autora, Miranda Gray, realiza un paralelismo entre las fases de la luna y la naturaleza cíclica de la mujer. En este artículo, yo no estoy haciendo una paráfrasis o resumen de su libro, lo mío es más bien una revisitación a mi manera de esta teoría.
Para empezar, aunque siempre se ha dicho que el ciclo «guay» de reloj de una mujer es de 28 días, a la hora de la verdad hay ciclos largos, ciclos cortos, ciclos irregulares… Somos cíclicas, sí, pero un poco más dinámicas que la luna, que siempre está ahí al pie del cañón cada 28 días.
1. La fase de menstruación: se asimila a la fase de la luna nueva, es decir el momento en que la luna «desaparece» del cielo. De la misma forma, el óvulo no fecundado desaparece de nuestro cuerpo, y el útero queda tan vacío como el cielo en una noche de luna negra.
2. La fase de preovulación: son los días que van desde el final del sangrado hasta el día en que se libera el nuevo óvulo. Esta fase se asocia con el cuarto creciente, ya que de una situación en que no hay nada en el útero, se acerca el óvulo que lo va a volver a rellenar.
3. La fase de la ovulación: se produce más o menos a mitad del ciclo, y aunque no estemos ovulando durante toda la semana de la ovulación, es como la semana de la luna llena, en que solo se ve la luna entera un día, pero se trata de un ciclo de 7 días en que cada día se agranda más. El equivalente a ver la luna llena en el cielo es el óvulo ya maduro, en toda su plenitud, implantado en el útero.
4. La fase de premenstruación: los días que quedan entre la ovulación y el principio de la menstruación se asocian al cuarto menguante, ya que el óvulo se va envejeciendo, igual que la luna se ve cada vez más pequeña en el cielo, hasta que los dos acaban por desaparecer, uno con la menstruación y la otra con la luna negra.
Significados y asociaciones de las cuatro fases cíclicas
Miranda Gray asocia los cuatro ciclos femeninos/lunares con cuatro arquetipos femeninos inspirados en algunos arquetipos junguianos.
Según el psiquiatra Carl Jung, hay ciertos símbolos y asociaciones universales que se repiten en diferentes culturas que nunca han tenido contacto entre ellas. Estos símbolos universales son los llamados arquetipos.
Además, estas cuatro fases y arquetipos también se asocian a las cuatro estaciones con la connotación que cada una de ellas tiene:
: : La primavera se asocia con el cuarto creciente y la etapa de la postmenstruación. Es el principio de algo nuevo después de la aridez del invierno, de la menstruación o de la luna negra. Esta fase se corresponde con el arquetipo de la Doncella, que representa la juventud y los inicios.
: : El verano se asocia con la luna llena y la ovulación, una etapa de plenitud que simboliza la fecundidad. A esta etapa le corresponde el arquetipo de la Madre, una representación de la feminidad maternal, que no necesariamente ha de tener hijos.
: : El otoño se asocia con el cuarto menguante y la etapa de la premenstruación. Se trata de una etapa de repliegue tras la plenitud del verano. El arquetipo correspondiente es el de la Hechicera, la mujer que aún tiene capacidad sexual pero no persigue fines reproductivos.
: : El invierno se asocia con la luna nueva y la menstruación. Son épocas de escasez, de aridad, del no-ser. El arquetipo correspondiente es el de la Anciana, la mujer que ya se encuentra en el ocaso de su vida.
Cómo influyen los ciclos naturales en nuestra creatividad
Como no somos robots a pilas, si las que leemos esto somos mujeres sabremos muy bien que nuestro ciclo menstrual no se corresponde ni de lejos con las fases de la luna. Puede resultar que estoy menstruando en cuarto creciente, mientras que tú estás ovulando en luna nueva.
Para investigar un poco más sobre ese tema, existen los diagramas lunares, en que registras a la vez las fases de la luna y las de tu menstruación. Así puede verse cada mes en qué fase de la luna se encuentra tu ciclo.
Además, tampoco hay que olvidar que hay mucha gente que no menstrúa, por razones diversas. Bien porque son hombres, o porque están embarazadas, o porque han llegado a la menopausia o cualquier otra razón que les haya provocado un estado de amenorrea.
Por eso vamos a centrarnos en cómo afectan a nuestra creatividad las fases lunares, aunque esto también puede aplicarse a las del ciclo menstrual.
Semana 1: «inicios» (primavera – Doncella – cuarto creciente – preovulación)
Es buen momento para iniciar nuevos proyectos y planificar cosas nuevas. ¿Quizás empezar a escribir una novela? ¿O un proyecto de blog?
Esta es una fase en que nos sentimos más comunicativos y expansivos, así que también es buen momento para hacer networking y ampliar el círculo de contactos.
Semana 2: «plenitud» (verano – Madre – luna llena – ovulación)
Se dice que la influencia de la luna llena provoca sentimientos generales de expansión y alegría. Es una buena semana para sacar los nuevos proyectos a la luz y empezar a desarrollarlos. Si la semana pasada has planificado la creación de tu nuevo blog, que no se quede en agua de borrajas. Y si lo que has escrito es la idea para una nueva novela, esta semana es el momento para sentarte a escribir el primer capítulo.
Semana 3: «madurez» (otoño – Hechicera – cuarto menguante – premenstruación)
Es la semana en que la materialización de los nuevos proyectos empieza a dar sus frutos. Si te has tomado en serio lo del blog, ya habrás publicado tu primer post. Y si has empezado con la novela, quizás ya tengas listo el primer capítulo.
No es un buen momento para tomar decisiones importantes ni asumir nuevos proyectos, sino para madurar lo que ya tienes empezado y resolver temas pendientes. Es decir, ya que has terminado ese capítulo o ese post, no te duermas en los laureles ni te pongas a pensar en abrir otro blog o contar otra historia… continúa con ese proyecto hasta el final.
Semana 4: «vejez» (invierno – Anciana – luna nueva – menstruación)
Representa el final de una etapa y la preparación para un nuevo ciclo. Supuestamente, durante el período de luna nueva, particularmente en los días de luna negra en que en el cielo no se ve ni un «hilillo» de luna, la concentración disminuye y estamos más inquietos. Sentimos menos energía y rendimos menos.
Esto es más evidente para las mujeres durante los días de la menstruación, en que a muchas solo nos apetece sofá, manta y un chocolante caliente. Pero según esto, no está mal que cualquier persona en cualquier situación vital baje su ritmo durante esta fase lunar, ya que se trata de un periodo de introspección y de descanso.
En términos creativos, quizás es el mejor momento para releer y corregir eso que has escrito de tu novela o para echarle a tu nuevo blog una mirada crítica. En definitiva, un momento de reflexión y de tomárselo con calma.
Yo, con mi déficit de atención y una capacidad de organización prácticamente nula, hace tiempo que descubrí que vivo en perpetua fase de la Doncella: siempre entusiamándome con proyectos que luego nunca termino. Supongo que si prestase más atención a la fase del ciclo en que me encuentro, conociendo ya cuáles son mis puntos flacos podría mejorar bastante. No es que lo haga a menudo, soy demasiado «doncella» para lograr centrar mi atención en los ciclos y sus energías asociadas. Pero por algo se empieza, y si algo he ganado con esto es un mínimo de autoconocimiento.
¿Y tú? ¿Estás preparada para aprovechar las diferentes energías cíclicas en cada fase de tu proyecto creativo?
Muy interesante. Muchas gracias por la info.