10 estrategias para superar el bloqueo creativo

10 estrategias para superar el bloqueo creativo

¿Te sientes bloqueado/a? ¿Las ideas no fluyen? No me estoy refiriendo a algo tan concreto como el bloqueo del escritor o el “síndrome de la página en blanco” sino mucho más general: tienes la sensación de que se te han acabado las ideas y la inspiración se ha ido de vacaciones. Te sientes la persona menos original y más aburrida del mundo, y cuanto más lo piensas, más caes en la espiral de que se te ha secado el pozo de las ideas. ¡Socorro! Estás sufriendo un bloqueo creativo. Vamos a ver cómo solucionarlo.

La creatividad es aplicable a cualquier disciplina

Todo el mundo tiene la capacidad de ser creativo. De hecho, la creatividad es una de las herramientas más poderosas de que dispone el ser humano. Muchos de los grandes retos de la humanidad se han superado gracias a la aplicación de soluciones altamente creativas.

Esto quiere decir que la creatividad no es patrimonio exclusivo de artistas, músicos o escritores, sino que es aplicable a cualquier área de conocimiento. La ciencia, sin ir más lejos, aunque a primera vista parezca una disciplina que se basa en la lógica y el razonamiento. Piensa por un momento en Gregor Mendel observando sus teorías en guisantes. Necesitaba probar hasta qué punto se cumplían en la práctica sus teorías, y a falta de otra cosa, echó mano de guisantes. ¿Cómo se le ocurrió esto? Pues simplemente buscando una solución creativa a la medida de sus necesidades.

10 estrategias a prueba de bloqueo creativo

Aunque parezca paradójico, muchas estrategias para superar los bloqueos creativos se basan en actividades que no tienen nada que ver con la naturaleza del bloqueo. No se trata de consejos dichos al azar, sino que tienen una base probada.

Según Graham Wallas, la segunda fase del proceso creativo es la incubación, ese momento en que no piensas directamente en el problema que quieres resolver sino que lo dejas en “barbecho”. Dicho en otras palabras: si dejas un rato de lado esa idea para tu relato que no quiere salir y te dedicas a cocinar un plato especial, dibujar o bailar, puede que muy pronto te llegue el momento “eureka”. Recuerda que la creatividad está presente en todas las facetas de nuestra vida, así que si tu cerebro se siente creativo en otra área, probablemente se “venga arriba” y le sobrevenga la inspiración que estás buscando.

1: Sal de tu entorno habitual

Muchos escritores han creado novelas completas en cafés, bibliotecas e incluso habitaciones de hotel. La creatividad no suele alcanzar su máximo potencial en los lugares habituales donde pasamos más tiempo. Un entorno nuevo puede despertar tu curiosidad, tus ganas de explorar el mundo, y por lo tanto tu creatividad. Olvídate por un rato de tu bloqueo creativo y acércate a un lugar donde no sueles ir nunca a modo de experimento. Puede ser un café, un centro comercial o un lugar poblado pero también un entorno natural. Eso sí, ¡no te olvides de llevarte contigo un cuaderno y un bolígrafo! Nunca se sabe…

2: Cambia tus rutinas

No hay nada peor que la rutina, y el bloqueo creativo puede ser una forma de nuestro cerebro de expresar su descontento ante lo predecible de todo lo que haces. A lo mejor te suena exagerado, pero un pequeño cambio en tu rutina puede cambiar también tu manera de ver el mundo.

Algunos expertos aconsejan cambios tan mínimos como empezar el día yendo al trabajo de forma diferente a la habitual: si normalmente vas en coche, usa el autobús; si normalmente vas caminando, vete en Uber… etc, etc. Otros pequeños cambios podrían ser probar una receta o un plato nuevo a la hora de la comida o de la cena, ir por una ruta nueva al lugar donde te diriges a diario o hacer la compra en un supermercado diferente. Al parecer, el cerebro asume que esas pequeñas cosas suponen una especie de salida de la zona de confort, y decidirá que debe ajustarse a la nueva situación generando pensamientos nuevos.

3: Quédate también con las malas ideas

La mayoría de las ideas que se nos ocurren a lo largo del día son bastante poco prácticas o directamente inútiles. Esto significa que hay que generar muchas ideas “inútiles” hasta que aparezca una buena. Vamos a verlo como que cada mala idea supone una idea de distancia menos hasta la idea buena. No descartes ninguna idea, por ridícula que te parezca. Es más, apúntalas todas, hasta las más estrambóticas, y luego dedica un rato a leer la lista con humor.

4: Consulta con la almohada

Muchos grandes escritores, pintores, músicos y hasta científicos accedieron a sus mejores ideas en sueños. Esto no quiere decir que el sueño les vino caído del cielo, sino que forma parte del proceso creativo que describió Graham Wallas: después de la fase de incubación, en que dejamos reposar el problema en nuestra mente, llega la iluminación, el momento “eureka” que estábamos esperando.

Por lo tanto, no te precipites y recuerda que, a veces, desconectar hasta el día siguiente puede traer resultados muy esclarecedores. Antes de dormir, piensa en el esquema mental que tienes en la cabeza y luego consulta con la almohada cuál es la mejor solución.

5: Disfruta de la creatividad de otros

Siempre puedes inspirarte leyendo algún relato de un escritor que admires, pero siempre da mejor resultado rodearte literalmente de creatividad, sin limitarte al área de la literatura. Visita exposiciones y galerías de arte, vete al cine o mira una serie interesante (¡Pero cuidado ahí con los peligros del “bing watching” y la procrastinación!), lee la biografía de alguna persona famosa que te llame la atención (que tanto puede ser un artista como un científico), escucha música, inspírate con la poesía…

6: Desconéctate

A primera vista puede parecer lógico ser más creativo cuando tu cerebro está más concentrado en buscar ideas, pero como ya hemos dicho, la ciencia ha demostrado lo contrario. Reducir la actividad de los centros lógicos de tu cerebro potencia la capacidad creativa. Prueba a desconectar, olvidarte de todo por un rato y dedícate a otras actividades que no te obliguen a pensar ni mantenerte alerta. Por ejemplo, cocinar, dibujar, escuchar música, leer, ver una serie de Netflix o pasear.

7: Pasa un rato “aburrido”

Ya hemos hablado en el punto 6 de realizar actividades para desconectar, pero que suelen resultar agradables. Una variante que nos saca un poco más de la “zona de confort” es ponernos a realizar tareas que no nos parecen tan agradables o directamente nos incomodan. Por ejemplo, pasar la aspiradora, fregar los platos, cortar el césped o pedalear en la bici estática del gimnasio. En todo caso, actividades sencillas y mecánicas que mantienen ocupada la parte de tu mente práctica, pero dejan libre tu capacidad de dejarte llevar “pensando sin pensar”.

8: Habla con un amigo

A veces una visión neutra y totalmente imparcial puede hacer milagros. Si sufres un bloqueo creativo relacionado con la escritura y solo te dedicas a consultar artículos y libros especializados, probablemente acabes con la cabeza hecha un bombo. Sin embargo, un amigo que no sepa nada de viajes del héroe ni arcos narrativos puede aportarte la visión de un personaje “real”, de carne y hueso, con la experiencia legítima de quien habita en la novela de su propia vida.

9: Pídele la opinión a un niño

Esta es una variante del consejo número 8, excelente para quienes buscan una visión fresca y “out of the box”. Siempre nos han dicho que escribir supone, en gran medida, jugar con las palabras y conectar con nuestro niño interior. Bueno, pues si resulta que nuestro niño interior lleva ya un tiempo echando la siesta, siempre podemos recurrir a un niño real que probablemente estará encantado de ayudarnos.

Los niños suelen tener ocurrencias geniales pero por lo general muy poco prácticas. Sin embargo, su respuesta puede abrirte nuevas vías de pensamiento que de otra forma ni se te habrían pasado por la imaginación.

10. Haz journaling

No solo cuando sientas el bloqueo creativo sino en general, para potenciar tu creatividad y tener más y mejores ideas. Está probado que el journaling es una técnica que potencia tu creatividad y mejora tu bienestar a todos los niveles. Lo mejor del journaling es que las reglas las pones tú. Hay diarios y formas de hacer journaling para todos los gustos, así que siempre habrá una que resuene contigo.

Aunque no está incluido entre estas estrategias porque es un programa más a largo plazo, también te recomiendo echarle un ojo al método de Julia Cameron, El camino del artista, que no solo te ayudará a evitar y superar el bloqueo creativo sino a desarrollar tus capacidades creativas en general y ver el mundo desde una nueva perspectiva. ¡Altamente recomendable!

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